El mismo martillo que rompe el cristal forja el acero y Todo depende del color del cristal con que se mire.
Estos refranes expresan diferentes aspectos del cristal, como su fragilidad, su belleza, su transparencia y su capacidad de reflejar la realidad.
También hay algunos autores que han usado el cristal como una metáfora o un símbolo en sus obras literarias. Por ejemplo:
Jorge Luis Borges, en su poema “El cristal”, dice: “El cristal no es otra cosa que un sueño / que el tiempo ha pulido y desgastado / hasta volverlo frágil y delgado / como la voz que en el silencio suena”.
Julio Cortázar, en su cuento “La noche boca arriba”, narra la historia de un hombre que sufre un accidente de moto y entra en un estado de delirio en el que se ve a sí mismo como un prisionero de los aztecas que va a ser sacrificado. En un momento, dice: “Se dio cuenta de que el olor venía de abajo, del charco de sangre que empezaba a coagularse entre los cristales rotos”.
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